Hace muchos años me vengo preguntando y pensando, cómo puedo plasmar un esquema o concepto que ayude a nuevos kayakistas a convertirse en palistas seguros y autosuficientes. Durante los últimos 15 años en los que he guiado, instruido y “coacheado” a muchas personas en el agua, siempre me ha quedado esta idea en la cabeza. En este articulo intentaré plasmar algunas ideas y herramientas que quizás ayuden a muchos a visualizar su evolución y progresión en el bote.
El kayak de travesía, como todas las actividades al aire libre, demanda de técnica, experiencia, desarrollo de criterio especifico de la actividad, gestión del riesgo, liderazgo y trabajo en equipo, entre muchas otras habilidades. Todo esto es algo que se debe ir adquiriendo de a poco, con procesos de interpretación, análisis, aprendizaje y evaluación y autoevaluación. Muchos kayakistas se formaron de manera autodidacta y luego la experiencia los fue moldeando y convirtiendo en grandes palistas. Otros comenzaron en escuelas de canojate o vienen de la competición, todas son líneas de aprendizaje y formación muy validas. Sin duda, de dónde sale uno o cómo se forma, va a tener una significativa impronta en su estilo como kayakista.
Por mi parte, en mis primeros años de chico, siempre remé con amigos y sin saber mucho qué hacíamos, pero siempre pensando”bastante” las cosas. Luego, cuando decidí convertirme en un profesional de la vida al aire libre, primero como Guía/Instructor de Montaña y luego de Kayak de Travesía, comencé a invertir en capacitaciones formales y a trabajar profesionalmente con colegas de los cuales aprendí mucho.
LA CAPACITACION FORMAL/INFORMAL & LA EXPERIENCIA son lo que nos convierte en buenos y seguros palistas, sea en el entorno que sea y al nivel técnico que cada uno quiera alcanzar. La Capacitación Formal, o sea tomar cursos o clínicas, nos presenta contenidos y técnicas probadas y avaladas por la comunidad de kayak o por instituciones. Estas formaciones aceleran un poco los procesos de aprendizaje pero no te convierten en KAYAKISTA! Si tomás cursos pero no remás, esos cursos no sirven de nada! La experiencia y la práctica son las que hacen a un kayakista estar relajado en el agua. Por otro lado, experiencia sin capacitación demanda muchas más horas en el agua para llegar a un mismo nivel de seguridad y técnica.
Ambos componentes de nuestra evolución van de la mano, se retroalimentan.
Cabe aclarar que cuando hablamos de Capacitación Formal/Informal no solo hablamos de cursos y clínicas, sino también de ese amigo que cada vez que salís te corrige la técnica, te enseña un apoyo o un barrido, o ese grupo de palistas que ofrece un entorno de aprendizaje y supervisión amigable donde uno se siente seguro y con ganas de aprender y exponerse a nuevos escenarios. Tu “tutor en el agua” también es capacitación.
Intentando simplificar estos conceptos, creé ese esquema donde muestro cómo pienso que deberían ser los pasos a seguir en esa evolución temporal, donde habilidades y técnicas se corresponden con el tipo de experiencia que debiera estar realizando en el kayak y, a medida que trabajo en ampliar ambos ejes, mi universo se amplia de forma proporcional.
Es muy importante entender que en toda evolución o progresión, uno va de lo más simple y fácil, a lo más complejo y difícil. Por eso, me cuesta mucho ver principiantes queriendo aprender el Roll Esquimal (que es una maniobra compleja) y en los momentos que realmente se necesita, estás “asustado” o sorprendido, frío, invertido y apurado!
¿Quizás no será mucho más importante saber hacer sólidos apoyos altos y bajos? ¿mejorar en el arte de “nunca tumbar”?
En el segundo diagrama, que aprendí de uno de mis grandes instructores, Jim Chisholm, durante un curso de 30 días en los Fiordos de la Patagonia Chilena, se plasma la idea de que como kayakistas integrales, debemos tener conocimiento y criterio sobre todo el universo del kayak, o sea, el medio donde navegamos / nosotros como palistas / y nuestra embarcación en sí… Espero les sirva!
